jueves, 2 de diciembre de 2010

dia 14

Buenos días, son las siete de la mañana y nos disponemos a desayunar en el centro. A las ocho y media llega el embajador de Palestina en Nicaragua, Mohamad Saadat, para darnos una conferencia sobre la causa Palestina. En lugar de darnos una charla ha preferido mostrarnos unos vídeos donde se nos explica muy bien cómo el movimiento Sionista, camuflado en un asunto de disputa religiosa, se ha hecho con el territorio de este país, primero a través de una inmigración paulatina de refugiados judíos después de la II guerra mundial, para, poco a poco, ir invadiendo el país y recortando el territorio palestino. Una vez hecho esto, se fundó el estado de Israel, con el beneplácito de E.E.U.U.  Armado hasta los dientes, comenzó una masacre hacia el pueblo palestino, llegando al punto de no respetar ni a la O.N.U. ni a la media luna roja, ambas sedes bombardeadas. En los vídeos se nos muestran unas imágenes terribles de las atrocidades realizadas por el ejército de Israel, utilizando bombas de racimo de fósforo, que están prohibidas por las Naciones Unidas. Es una guerra sin sentido de un ejército contra un pueblo que no tiene armas, y encima nos quieren vender la idea de que los palestinos son terroristas y hay que acabar con ellos. Nada más lejos de la realidad, los criminales reales son los israelitas y los Estados Unidos que les arman y apoyan. Todo es por el control del petróleo y la situación estratégica de Palestina en oriente medio, aquí no hay disputa religiosa ninguna, sino las ansias de poder y control del mundo que tiene el gobierno de E.E.U.U. Esta no es una guerra entre Israel y Palestina, es la guerra del mundo contra el gran capital que lo quiere todo a cualquier precio sin importarle nada ni nadie. Prueba de ello es la construcción del muro más grande que se haya realizado jamás por el hombre, mayor que la gran muralla china y que se levanta dentro del territorio palestino y no en la frontera con Israel, dejando aislados a los palestinos dentro de sus propias ciudades y dificultándoles la vida con los checkpoints, únicas puertas controladas por los israelíes. Salgo de la conferencia con un mezcla de sentimientos, debatiéndome entre la vergüenza, la ira, la compasión y la incomprensión. ¿Hasta cuando vamos a estar mirando hacia otro lado?, ¿porqué no se hace más énfasis en los noticiarios sobre este tema?, ¿porqué se le dedica infinitamente más tiempo al fútbol y demás temas banales, que a estos asuntos, que son la realidad?, ¿Es que no nos damos cuenta de que podríamos ser los próximos?. No podemos quedarnos impasibles ante lo que ocurre en Palestina. Después nos hemos reunido con el embajador Aldo Díaz Lacayo en la Cancillería de asuntos exteriores de Nicaragua, equivalente al Ministerio de Exterior de España, que ha estado muy interesante y, entre otras cuestiones, le preguntamos sobre la posición de su país con la causa Palestina. Su respuesta fue que están con este pueblo tanto constitucionalmente como de corazón. Que bonita es la constitución de Nicaragua. 

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