día 23

Hoy amanecemos a las ocho, Amada nos ha dejado dormir más tiempo, es un cielo, salgo hacia las letrinas y cuando regreso me llama la atención mi tío Sebastián, me dirijo hacia allí y me encuentro con Nidia y mi tía Leticia, me invitan a un café y mi madre se acerca para traerme otro café y unas galletas, me está mimando demasiado, pero me encanta, después desayunamos todos y nos vamos a Altagracia, un pueblo muy bonito con una plaza como centro neurálgico en el que hay una maqueta enorme de la isla, después estuvimos dando una vuelta por Ometepe antes de volver a casa para comer y despedirnos de las familias. En la evaluación hicimos una promesa en un árbol que presidía la reunión, no sé que prometió cada uno, pero lo que sí se es que todos comimos pescado rojo y según la leyenda, quien lo come siempre vuelve a la isla. Volvemos al puerto de Moyogalpa para regresar en el Ferry, estamos todos muy contentos con la experiencia vivida, aunque nos ha sabido a poco, hubiéramos preferido pasar más tiempo con este tipo de experiencias y menos tiempo en el centro con los temas específicos. Llegamos por la noche al centro, cansados del viaje, así que a dormir.